EMBARAZO EN ADOLESCENTES.

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Me embarace a los catorce años. A la primera persona que recurrí fue a una tía, ella me ayudo a hacerme una prueba de embarazo casera la cual resulto positiva, entonces ella me recomendó una inyección para abortar y se me hizo fácil decirle que sí. A los pocos días hable con mi novio y se lo conté, él estaba feliz, pero yo no sabía que hacer porque mis papas no lo querían, lo odiaban y por lo tanto me prohibieron verlo. Mientras se lo contaba a mi novio, mi hermano nos vio y como estaba al tanto de la situación le hablo a mis papas y por teléfono me advirtieron, entonces decidí irme con él a casa de sus papas. Cuando llegaron mis papas y no me encuentran en casa, comienzan a revisar mis cosas, entre ellas encuentran algunos papelitos donde le conté a una amiga sobre la sospecha de mi embarazo.
Como a las dos horas van mis papas a buscarme a su casa, la mama de mi novio todavía no  sabía nada así que me dijo que saliera a ver a mis papas, yo le dije que no me quería ir, después de discutir con mis papas, me preguntan que si estoy embarazada, les dije que no, entonces me llevaron de regreso a mi casa.
Al llegar a mi casa me lo vuelven a preguntar, pero se los negué de nuevo, pero me dijeron que no confiaban en mí así que iríamos a hacerme unos estudios al día siguiente; mi mama fue a recoger los resultados y al abrirlos comenzó a llorar, el resultada era positivo.
Al llegar la noche mi mama y mi papa hablaron con migo, me dijeron que pensara en lo que quería hacer ya que tenía catorce años, aun no terminaba la secundaria y que no me dejarían irme con él, porque no tenía nada que ofrecerme, entonces mi hermano les dijo que él podía buscar una clínica donde el aborto fuera legal.
A los pocos días mi hermano encontró una clínica. Mi mama hizo la cita para la primera consulta, la cual fu justo unos días antes de mis quince años.
El dinero que mi papa guardaba para mi fiesta se lo dio a mi mama para pagar la consulta y el medicamento. Nos explicaron los tipos de aborto según las semanas de gestación y las consecuencias que pudiera tener.
Tenía siete semanas de gestación por lo tanto seria con medicamento, nos dieron una hoja de responsiva y me dejaron a solas con mi mama, me pregunto que si estaba segura, en realidad no lo estaba pero le dije que sí.

Me dieron una pastilla y nos explicaron que había que comprar otras porque no estaban dentro del presupuesto de la clínica ya que eran un poco caras.
Eran cuatro pastillas, las tome al otro día por la mañana, en la tarde comencé con sangrado y estuve así por un poco más de quince días.
A los quince días me citaron otra vez para revisión, me realizaron un ultrasonido y me dijeron que aún había restos del feto, así que tenía que volver a tomarme las mismas patillas con el mismo procedimiento, al acudir a la siguiente cita me dijeron que ya estaba limpia.
Fue muy difícil ya que el día de mi cumpleaños, ¡mis quince años¡ nadie me dirigía la palabra en mi casa, las miradas hacia mi eran horribles, solo mi madre me hablaba, no existía para los demás.
Al principio me sentía muy mal con migo misma, me preguntaba cómo había sido capaz de hacer algo así, lloraba todas las noches e incluso mi madre lloraba con migo.
Cuando le conté a mi novio lo que había pasado, me dijo que nunca me perdonaría por haber matado a su hijo y lo único que pude decirle fue  que algún día me lo agradecería y efectivamente así fue, después de algunos años me llamo para agradecerme, ya que él ya había podido formar una familia con alguien más.
Otra cosa que se complicó en ese momento fue  que estaba en proceso la realización de el examen de comipems, y por lo mismo no lo presente, pero mi mama convenció a mi papa de que nos dejara buscar una preparatoria donde me aceptaran así, después de pensarlo mucho mi papa accedió pero me advirtió que si hacia alguna cosa que no le gustara, o si hacia alguna tontería me sacaría de la escuela.
Termine la preparatoria y ahora estudio en una escuela de belleza y puedo salir con mis amigas y divertirme.
Gracias a todo eso la relación de confianza con mi mama creció, se hizo muy fuerte.
Pero a pesar de todo con el paso de los años me he dado cuenta de que me beneficio más que perjudicarme.

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Un domingo 17 de octubre decidí hacerme una prueba de embarazo ya que semanas antes tenía mareos un poco de náuseas y retraso menstrual, fue raro porque yo era regular.

El martes de la semana que continuaba mi novio fue por los resultados de los análisis y nos quedamos de ver en su casa para ver qué pasaba, al momento en el que abrió los resultados a pareció positivó, estaba emocionada pero a la vez no sabía qué hacer, tendríamos que dejar nuestros planes por una persona, pero si no concluíamos con nuestros estudios no iba a tener una buena calidad de vida, (según mi forma de pensar), decidimos que lo mejor sería abortar, entonces ese día acudimos al centro de salud que está por mi casa y fuimos por informes sobre el programa de ILE(interrupción legal del embarazo), nos dijeron cual seria el proceso los documentos necesarios y la hora en que entregaban las fichas.

El día jueves 23 de octubre del 2014 nos quedamos de ver en el centro de salud a las 6:00 am perdiendo ambos día de escuela, en el proceso a la hora que entras a la primer sala te dan una clase en donde hablan sobre el cáncer de mama y como prevenir, en lo que van realizando expediente de cada chica, la segunda habitación era la sala de espera en donde había 3 cubículos más en donde te daban la información de anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual, al salir de ese cubículo te tomaban los signos vitales como es peso, talla, presión arterial, en el siguiente cubículo te hacían el Papanicolaou y al salir comenzaba el proceso del aborto.

Te prohíben hablar con alguien más, usar celular y tratar de llamar al familiar que te acompañaba.

Primero te pasaban con el ginecólogo para saber el tiempo de gestación del producto, yo tenía 6 semanas y el tratamiento que me dieron fue con pastillas, te tomabas la primera en la sala y después de que te daban todas las instrucciones te dejaban salir, en cuanto salí (después de 6 horas) le conté a mi novio  todo los que nos habían dicho y hecho ahí adentro.

Fuimos por algo de comida y unas toallas sanitarias ya que nos habían dicho que sangraríamos porque iniciabas el proceso de aborto.

Después de 1 hora comencé con fiebre escalofríos y comencé a sangrar fue el momento más horrible de mi vida, pero  ya no había vuelta atrás, llore lo más que pude le pedí perdón Adiós por lo que hice y prometí no hacerlo nunca más, han sido los dos años más fuertes para mí por no saber cómo iba hacer mi bebé, que sexo seria, el proceso de cuidarlo desde mi vientre.

Lo hice por el temor de que me dirían mis papás, como es que mi novio y yo podríamos sacarlo adelante sin estudios concluidos, una casa, sin un trabajo.

Ahorita sigo teniendo una relación con mi novio y en todo estuvo conmigo pero ahora ya no tocamos el tema para nada y se me hace muy egoísta de su parte por que quien carga más del 50% de la culpa soy yo.

A la fecha no he recibido un tratamiento psicológico y una conversación con mis papás sobre esta etapa de mi vida.

Mi vida sexual comenzó a los 15 en realidad no sabes cuáles son las consecuencias hasta que lo vives y comienzas actuar y pensar de diferente manera.

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Cuando me fui con el papa de mi hija tenia quince años, mi error fue creer que me quería y que yo lo quería a él, además de que llevábamos pocos meses de novios, no sabía cómo era en realidad.
Como a los tres meses de vivir juntos me embarace y hasta ahí todo estaba bien.
Dos meses después comenzó a golpearme, hasta que un día me golpeo tan feo que comencé con dolores de parto y perdí a mi bebe. En ese momento no comprendía lo que pasaba así que caí en depresión. Seguí con el porque me prometió que iba a cambiar e intentamos tener otro hijo pero no pudimos, después de un año nos separamos. A los dos meses me entere que estaba embarazada de él, se lo hice saber pero no le importó ni quiso volver con migo.
Cuando tenía cinco meses de embarazo conocí a mi actual pareja, el me dio su apoyo y acepto y amo a mi hija. Mi segundo hijo tampoco fue planeado pero mi pareja y yo lo recibimos con mucho entusiasmo, obviamente tengo más deberes y obligaciones y ya no puedo trabajar pero tengo dos hijos maravillosos.

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Primero que nada lo más difícil es la aceptación; aceptar el embrazo, que es real y no una broma o juego. Aceptar que hay que hacerse responsable de nuestros actos. La segunda cosas más difícil es enterar a nuestros padres, pues sabemos que cualquier padre no tomara con tranquilidad un evento de este tipo a tan corta edad.
Después los planes se viene abajo ya que se sufre un cambio radical, de alineación y estrategia para continuar con tu proyecto de vida. Lo primero que truncamos como hombres son los estudios, para ponernos a trabajar para poder solventar los gastos de la pareja o el hijo.
Todo esto lleva a una gran responsabilidad, al formar una nueva familia que tarde o temprano se desvanece porque la pareja no fue elegida con responsabilidad y termina por la separación. Siempre tenemos que tener un trabajo para solventar la manutención del hijo, ya que no me puedo dar el lujo de dejar de trabajar porque ya se tiene una gran responsabilidad que depende y necesita de mí.
Todo se pudo evitar, con tan solo utilizar un buen método anticonceptivo y así poder hacer las cosas en el momento deseado de la vida. Pero si por alguna razón ya entraste en otro camino al planeado  disfruta el paisaje, pues debes recordar que la felicidad es el aquí y el ahora, solo hay que verle el lado positivo a todo y solo se es feliz si uno así lo desea.
 

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Me embarace a los catorce años. Mi hijo no fue planeado. Una de las cosas más difíciles de ser madre tan joven es que todos te dan la espalda, te cierran las puertas en las escuelas, en los trabajos y hasta en los hospitales, porque en el hospital donde me alivie me pedían demasiados documentos.
Termine la secundaria por Internet, con trabajos e incluso dinero. Después de dos años entre a la preparatoria, fue muy difícil ya que el papa de mi hijo estaba con migo pero no me ayudaba económicamente, yo tenía que ver la manera de conseguir dinero para comer, ropa,  los gastos de mi escuela, etc. Estaba con él porque pensaba en que yo crecí sin padre y no quería que mi hijo pasara por lo mismo, hasta que me di cuenta de todo lo que podía lograr sola y me fui a vivir con mi mama.
Tener un hijo conlleva muchas responsabilidades, porque incluso desde que están en tu vientre le transmites emociones y sentimientos. Tu vida de alguna manera se trunca porque ya no puedes salir, ahora tienes que quedarte en casa con tu pequeño aunque el tiempo que pasas con ellos también se disfruta. Ya no puedes comprar cosas solo para ti, ahora tienes que comprarle a alguien más, ya no tienes tiempo para ti y por muy cansada que estés tienes que atender a tu hijo.
Y lo peor es que te das cuenta que por no darte el tiempo de conocer a tu pareja, las cosas terminan mal porque conoces su verdadera personalidad cuando ya vives con ellos; por ejemplo yo no podía recoger mi cuarto, tender la cama o lavar trastes porque me reclama que a quien iba a meter a su casa.

Mexico, Df.

Me convertí en mama a los quince años, en mi caso fue un bebe no deseado, las cosas con mi pareja ya no estaban bien, de hecho yo no lo quería tener mi plan era abortar, pero mis padres no me apoyaron, entonces me tuve que juntar y dejar mis estudios.
Lo que más me marco fue que en una familia de dos hermanas  que ya habían fallado, ser la tercera vergüenza de la familia, como lo decía mí mama.
Me daba pena estar embarazada, no Salía a la calle porque me daba pena que me vieran así.
Me dolió mucho truncar mis estudios porque yo si me visualizaba terminando una carrera.
Otra de las cosas que más me marco fue perder mi libertad, porque ya no podía salir ahora tenía que quedarme en casa lavando ropa, haciendo de comer y cuidando a mi bebe al cual no le tenía paciencia, además de que no recibía ayuda por parte de su padre para cuidarlo.
Mi hijo ya tiene tres años, y con el paso del tiempo he logrado recuperar todo lo que perdí, trabajo, estudio y soy madre, pro me siento orgullosa de lo que soy..

Mexico, DF.

Lo que más me marco de ser madre joven fueron las limitaciones para seguir estudiando, ya que mis padres no me lo permitieron y mi pareja tampoco.
Era tanta mi falta de información que yo ni siquiera sabía que tenía que llevar un control prenatal, lo único que tomaba era ácido fólico y eso porque me lo regalaron. Mi madre solo me dijo que tenía que hacerme un ultrasonido cada dos meses. Por un momento pensé en no tenerlo pero me dio miedo así que decidí decirle a mi pareja el cual me pidió tiempo para pensar las cosas, pasaron tres meses y nos fuimos a vivir juntos. Probé varios métodos anticonceptivos pero con todos tuve complicaciones, entonces me embarace de mi segunda hija, con la cual todo fue más difícil ya que nació enferma y desde entonces he sido estar  yendo al doctor a terapias y demás, y fue mucho más difícil cuando me dijeron que es algo con lo que va a vivir de por vida.
Ninguna de mis hijas fue planeada, lo cual movió todos mis planes y más cuándo una nació por cesárea y la recuperación es más complicada.

 

Mexico, DF.

Una de las cosas de las que más me arrepiento es haber dejado mis estudios ya que estaba en quinto semestre cuando me fui con el papa de mi hija, porque creí que era el indicado.
Mi hija fue planeada y muy esperada y fue muy decepcionante que se fuera y me dejara con toda la responsabilidad. Mi parto fue complicado, tanto que me dieron a escoger entre mi vida y la de mi hija, me hicieron cesárea y todo salió bien pero solo pude ver a mi hija diez minutos y  de ahí la vi dos semanas después; me perdí de muchas cosas, no pude darle pecho, ni bañarla por primera vez, la recuperación fue difícil porque no podía atender a mi hija.
Otra de las cosas más difíciles es encontrar un trabajo donde te permitan tener a tu hijo con tigo.
Pero algo que te maraca mas es el reproche de tus padres, porque es cierto que ellos son los que te apoyan pero a la vez  te hacen sentir mal cuando te echan  en cara todo lo que han hecho por ti.